No te preocupes… ¿Quién no se ha preguntado esto cuando empiezas en algo nuevo? y sobre todo si es en algo donde hay tantas opciones: centros, instructores, estilos…. se hace complicado al principio. Lo cierto es que lo resumiría en una sola palabra: intuición. Pero claro, este sería el artículo más corto de la historia 😉 y no te ayudaría mucho la verdad…
Recuerdo que cuando yo tomé mi primera clase de YOGA me decía a mi mismo: “¡¡Esto no es para mi ni de broma!!, tan parado, con esas posturas de nombres tan impronunciables… ¿pero por qué no lo dicen en Español?…” ; “Meditar… ¿no puedo hacer esa parte en casa?…” Lo cierto es que nadie me había explicado nada, sólo que era buenísimo practicar Yoga…. y allá fui sin más. Mi desconocimiento era total
No volvería a probar otra clase hasta casi dos años más tarde…. Incluso probé Pilates por si me gustaba más y está genial… pero no tanto (para mi ;). Aquí suceden varias cosas.
Mi condición física era estupenda y estaba acostumbrado a prácticas intensas, con demanda física…. y yo había probado una clase de Hatha Yoga nivel iniciación, demasiado suave para mi en aquel entonces. Casi dos años más tarde probaría Asthanga Yoga y literalmente aluciné. Al principio como no tenía experiencia, en el centro se resistieron a admitirme, porque es un estilo demandante y a veces, te piden cierta experiencia previa en prácticas más suaves…. Pero se me daba tan bien que me dejaron seguir jajajaja.
Me mantuve firme en la práctica durante dos años. Pero pasó que la serie es siempre la misma y en aquel entonces me faltaba la base para entender, que, aunque cada clase era prácticamente la misma, el cómo tu cuerpo y mente responde a ella es siempre distinta, hay sutilezas que debes observar y esto es un cultivo para la mente maravilloso… pero no lo sabía…me aburrí y me marché.
Estas son las principales cuestiones que deber tener en cuenta antes de empezar.
1. EL ESTILO DE YOGA
Esto daría para varios post J J así que te lo resumiré al máximo: Básicamente hay estilos donde se mantienen las Asanas (posturas), son clases de estilo Hatha Yoga, Yin Yoga… y otras donde hay más movimiento, donde más bien todo parece una coreografía, son estilos del tipo Vinyasa Flow, Asthanga…
Así que de entrada ya tienes para darle una vuelta…. A priori… ¿Qué te apetece probar primero?
2. EL CENTRO DE YOGA
Hay centros de Yoga donde se practica uno o varios estilos, impartidos por el mismo profesor o diferentes. Si de entrada alguien de confianza te ha recomendado algún sitio, es un buen comienzo, pero obviamente no significa nada…sólo tu propia experiencia cuenta.
Que no te dé vergüenza preguntarlo TODO, ¿qué estilo de Yoga dan? y si el nombre te suena como si fuera un dialecto chino… que te expliquen si es suave o no, si se mantiene la postura o no, si dan opciones durante las clases. Tampoco se trata de que si hay posturas que te resulten muy complicadas, te quedes mirando sin más porque nadie te está diciendo qué hacer.
Otra cosa que te debe hacer pensar si vas bien encaminado, es si te preguntan o no si padeces alguna enfermedad o si tienes alguna lesión. Es fundamental que el profesor tenga claro qué tipo personas tiene en la clase, para poder dar variantes o avisar de que determinada postura, puede ser contraproducente en según qué condición física. Si nadie te lo pregunta (toma nota 😉 coméntalo tu antes de entrar en la clase.
Luego quien da la clase, ¿Qué experiencia tiene? Es hombre o mujer… Ten en cuenta que normalmente en las clases se “ajusta” es decir, te ayudan suavemente a alinearte, a estar mejor en la postura (también puedes avisar previamente que prefieres que no lo hagan, no pasa nada 😊).
En muchos centros, la primera clase es de prueba, gratuita, en otros cobran, en cualquier caso te recomiendo que pruebes en varios sitios, con distintos profesores. ¡Es lo mejor!
3. EL PROFESOR
Para mi este punto es el 70 % de la decisión. Por un lado, obviamente su formación pero sobre todo, su experiencia y cómo te transmite lo que sabe. Aunque dos profesores enseñen el mismo estilo de Yoga y hayan incluso estudiado en los mismos centros… sus clases serán diferentes… incluso muy diferentes. Esto se debe a que cada persona focaliza su propio gusto y visión del Yoga en determinados aspectos, su práctica personal se nutre diariamente de diferentes fuentes y eso, junto con el propio carácter y personalidad del profesor dan una impronta propia y única a las clases. Y eso puede hacer que no sientas afinidad alguna con un profesor o que cuentes las horas para tu próxima clase.
Para mi este punto es el 70 % de la decisión. Por un lado, obviamente su formación pero sobre todo, su experiencia y cómo te transmite lo que sabe. Aunque dos profesores enseñen el mismo estilo de Yoga y hayan incluso estudiado en los mismos centros… sus clases serán diferentes… incluso muy diferentes. Esto se debe a que cada persona focaliza su propio gusto y visión del Yoga en determinados aspectos, su práctica personal se nutre diariamente de diferentes fuentes y eso, junto con el propio carácter y personalidad del profesor dan una impronta propia y única a las clases. Y eso puede hacer que no sientas afinidad alguna con un profesor o que cuentes las horas para tu próxima clase.
4. EL AMBIENTE
Dejando de lado cuestiones de diseño o estética que puedan hacer más “bonita” tu experiencia, el empleo o no de música y si se usa correctamente…. Recuerda que el Yoga toca todos los planos del ser humano y la atención a lo que ocurre en ti es fundamental. La introspección es una de las bases del Yoga. Para que este aspecto fundamental se facilite, el ambiente general debe ser de tranquilidad y cierta harmonía (huye de centros donde parezca que siempre están de fiesta y hablando unos con otros como si se tratase de una reunión de colegas). La temperatura ha de ser agradable, el espacio debes sentirlo ventilado y sin demasiados ruidos externos que puedan romper tu atención.
Resumiendo 😀 prueba varios estilos distintos de Yoga, con profesores diferentes y en distintos centros, no tengas reparo en ello. Tienes que probar algo para saber si te va a gustar o no. Incluso si te animas con clases online, mi máxima es “prueba y déjate guiar por tu intuición”. Pero una cosa también es cierta, con una o dos clases es difícil hacer una valoración acertada sobretodo si no tienes experiencia.
Así que si de repente, das con un profesor que “resuena” contigo, mantente fiel a su práctica, a sus clases, incluso cuando algunas de ellas, no te hayan gustado al 100×100 (a veces a lo que más te resistes es lo que más necesitas). Cada clase es diferente y como estés tu, también influirá en tu percepción.
El Yoga es muy agradecido y rápidamente notarás sus grandes beneficios, pero has de ser fiel a la práctica, ser constante. Sólo así descubrirás que cuanto más practicas, más te gusta practicar porque cada vez, te sentirás mejor 🤗.